Este proyecto –producto de la colaboración entre la artista y editora Frédérique Bangerter y la académica interdisciplinar Abeyamí Ortega– propone la creación de una herramienta digital de mapeo multimedia que moviliza un archivo interactivo en línea, asequible y no excluyente, vinculando obras artísticas con textos teóricos, e intervenciones académicas y activistas.
El común denominador de los elementos que integrarán el mapa es el interés por la justicia social, desde perspectivas críticas, feministas, no-binarias, antirracistas y anticoloniales.
El eje rector del proyecto es promover una reflexión y un diálogo, abierto y accesible a todos los públicos, acerca de los cruces potenciales entre las artes, el pensamiento crítico y la justicia social desde perspectivas interseccionales. Ello se realiza mediante la movilización, visibilización, activación y puesta en diálogo del trabajo artístico, intelectual y activista de personas cuyas voces y cuerpos son tradicionalmente relegadas a los márgenes, no sólo de la representación social, sino de la circulación de conocimiento. Este proyecto pone esas voces, visiones y cuerpos al centro de la reflexión.
Este proyecto es una iniciativa de investigación que tiene como propósito crear una base de datos, materializada en una herramienta de mapeo interseccional interactiva, la cual toma la forma de un mapa digital multimedia, que irá registrando incrementalmente la obra, discurso y locación de artistas, obras e iniciativas que enuncian y se producen desde perspectivas feministas, críticas, antirracistas, anticoloniales y anticapacitistas, en interés de la justicia social.
Para ello, el mapa interactivo se vincula con la base de datos Sal-pica, la cual reúne vínculos a contenidos teóricos críticos y de movimientos sociales en torno a temas tales como feminismos, anticolonialidad, diversidad funcional, pensamiento queer, trabajo sexual, antirracismo, interseccionalidad y crítica del privilegio –entre otras temáticas– para fomentar una visión crítica proporcionando herramientas de reflexión hacia la justicia social.
El eje rector del proyecto es promover una reflexión y un diálogo, abierto y accesible a todo público, acerca de los cruces potenciales entre las prácticas artísticas, el pensamiento crítico y la justicia social, desde perspectivas interseccionales.
La interseccionalidad es un paradigma que engloba tanto una teoría como un método de in-vestigación-acción y de lectura-interpretación. En este proyecto, abordamos la interseccionalidad como un marco de trabajo y como un protocolo de contagio – es decir, de diseminación reflexiva de horizontes de conocimiento y acción– que guía la metodología y práctica de investigación.
Ello se realiza mediante la movilización, visibilización, activación y puesta en diálogo de la obra artística e intelectual de sujetos cuyas voces y cuerpos son tradicionalmente relegados a los márgenes, no sólo de la representación social, sino de la producción de conocimiento. Es decir, personas cuyas subjetividades se desplazan en las intersecciones de las opresiones de género, racialización, clase, ubicación geopolítica y (dis)capacidad, entre otros marcajes sociales. En este sentido, nuestra visión está guiada por la prioridad de visibilizar a las poblaciones tradicionalmente marginadas -más allá de los binarios del género, la sexualidad y la geografía- y también sus experiencias vividas, como las voces más destacadas.
En consecuencia, en un marco de trabajo artístico interseccional como el que proponemos para el presente proyecto, también se reconoce la importancia de tener en cuenta el hecho de que la opresión genera desventajas acumulativas y que es necesario generar estrategias de visibilización que evidencien el posicionamiento de las voces y visiones tradicionalmente marginadas, para reposicionarlas en el centro de enunciación y de la representación.
Así, en este proyecto de mapeo de arte, pensamiento crítico y activismo, la perspectiva interseccional se moviliza como una conceptualización pero también como una forma de interrogación y de lectura.
Trabajar interseccionalmente significa escuchar a los sujetos, desde emplazamientos que permiten escucharles en su propia voz, y desde sus diversas experiencias y trayectorias situadas. Esto permite también entender cómo funcionan las dinámicas de poder en las sociedades y cuáles son las estrategias de resistencia, crítica y creación-acción que se movilizan por la justicia social, desde las prácticas artísticas, el pensamiento crítico y el activismo.
En este sentido, se entiende las subjetivaciones de las personas en términos de sus adscripciones de género, sexualidad, etnicidad, condición socioeconómica, la condición física y la edad, entre otros marcajes, como experiencias vividas y mutuamente constitutivas. Ello permite ver, a su vez, cómo las diferentes categorías sociales (por ejemplo, etnia, género, orientación sexual, edad, condición fisica y socioeconómica) se intersectan en el plano micro de la experiencia individual, para reflejar múltiples sistemas interconectados de privilegio y opresión en el plano macro de las estructuras sociales (por ejemplo: racismo, sexismo, heterosexismo, capacitismo, y demás.) En consecuencia, en un marco de trabajo interseccional, también es fundamental reconocer que la opresión genera desventajas acumulativas
Entonces, adoptar un enfoque interseccional es clave para entender la pluraralidad en cuanto al engranaje de los sistemas de privilegio y opresión y, en particular, cómo estos engranajes operan en diversos contextos: cuáles son sus lógicas , sus políticas y sus despliegues en la práctica. Y esto es importante, porque permite visibilizar el hecho de que las experiencias de opresión no son idénticas para todas las personas. Y, por tanto, las estrategias de resistencia, crítica y desmontaje de las opresiones y los privilegios también variarán en concordancia.
Nuestro plan de trabajo se cimenta en una visión que parte de la base de que las prácticas artísticas y académicas son lugares de colaboración y creación que pueden influir en las políticas del cambio social. El proyecto aquí propuesto: una herramienta digital de mapeo multimedia, consiste en la creación de una base de datos interactiva en línea, asequible y no excluyente, que vincula obras artísticas con textos teóricos, académicos y activistas, que tienen en común el interés por la justicia social, desde perspectivas críticas. En el mapa interactivo, el usuario podrá navegar y encontrar propuestas artísticas en distintos países. De cada artistas investigad@s se seleccionan obras diversas, facilitando su visualización así como información sobre lxs artistas y enlaces que permitirán al espectador ampliar sus relfexiones sobre el tema.
Así este mapeo se propone promover y difundir el pensamiento crítico orientado hacia la justicia social, desde la convergencia de las prácticas artísticas mediante una plataforma online que permite llevar esta información a un espacio de discusión más amplio, en el que se incluya también al público en general, con el objetivo de invitarle a acercarse, conocer y participar en las conversaciones sobre problemas relacionados con las relaciones de género, la cultura y la política, así como la situación y las experiencias de las diferentes comunidades en distintas partes del mundo, y sus conexiones.
La metodología que guía la realización de este proyecto se nutre de perspectivas feministas críticas, integradas en una batería de métodos y técnicas de investigación artísticas y académicas. La interseccionalidad es la perspectiva que constituye al proyecto de manera integral, en todos sus niveles. El plan de trabajo se basa en una visión que parte de la idea de que las prácticas artísticas y académicas son lugares de colaboración y creación que pueden influir en las políticas del cambio social.
Proyecto seleccionado de la Bienal de Mujeres en las Artes Visuales BMAV 2020
